Artista textil / Artiste textile

Isabel Alvarado "La Pelusa"

¡Hola! Soy una artista textil franco-chilena, me llamo Isabel, pero desde niña me dicen "Pelusa". Un nombre predestinado pues realizo obras textiles, principalmente telares. Me gusta sobre todo usar fibras naturales, como la lana, el algodón, el lino o el yute. Exploro y experimento las posibilidades de la materia, las formas, los colores, las técnicas ...

Te invito a conocer mi trabajo textil ...

MI HISTORIA

Entre Chile y Francia

Nací en Chile, en Talca precisamente. Con mis hermanos y mi madre dejamos nuestra tierra natal para reencontrarnos con nuestro padre que se había instalado en Marsella, Francia.

En esa bella ciudad del Mediterráneo fui a la escuela, leí mis primeros libros, aprendí a soñar, a amar la belleza en sus múltiples formas. El idioma francés pronto iba a ser mío, mi verdadero "idioma materno". Estudié para ser profesora de francés, como una forma de devolver todo lo que ese bello idioma me había entregado.

En 2004 dejé mi país de adopción para volver a Chile. "Sólo por un par de años", pensé. Veinte años después, aún vivo aquí, en Concepción. Aún soy profesora de francés y me apasiona mi trabajo.

Sin embargo, tengo otras pasiones. Una de ellas, y no la menor, es el trabajo textil.

Mi pasión por el trabajo textil

Mi madre me enseñó a tejer a palillos. Desde el inicio me gustó el contacto con la materia y rápidamente elegí tejer casi exclusivamente lana natural. Me gustaba igualmente la sensación de poder crear algo, además algo que podría regalar. La creación como una ofrenda, una forma de entrega.

Durante muchos años, sólo me dediqué a tejer a palillos. Mi descubrimiento del telar vino años después. No recuerdo exactamente cómo. Era algo que estaba en mis planes por un tiempo, quería aprender, me demoré en empezar. Hasta que un día fabriqué mi propio bastidor, aprendí con unos videos y empecé mi primer telar.

Todo esto ocurrió un mes antes de que empezara el confinamiento por la pandemia. Durantes los meses de encierro, me dediqué a mis clases de francés en línea y a tejer. Mejorar, explorar, equivocarme, desafiarme. Durante ese periodo duro y extraño, el telar fue una especie de salvación, lo que necesitaba para mi equilibrio.

Desde entonces, este oficio no me ha dejado. Aún siento que poco a poco voy a avanzando, experimentando, aprendiendo. Es un largo y bello camino, además de ser una aventura personal que ahora quiero compartir.

Queda tanto aún por hacer. Y eso me tiene emocionada.